La búsqueda del equilibrio entre un buen producto a precio asequible en un taller
Problemas y daños en el sistema de refrigeración pueden ser ocasionados por el uso refrigerantes no adecuados, siendo indispensable tener criterios técnicos que nos permitan escoger productos eficientes, con un costo acorde con su tecnología y sobre todo que nos mantenga seguros de que estamos protegiendo los vehículos de nuestros clientes y sobre todo cuidando la reputación de nuestro negocio.
La función de un refrigerante es enfriar el motor, para lo cual es necesario que siempre la solución que está circulando por el sistema se mantenga en estado líquido, bajo ninguna circunstancia ebulla y que mantenga todas las partes y superficies del sistema de refrigeración protegidas de corrosión e incrustaciones.
Las claves para una adecuado escogimiento son:
Comprender cuáles con las partes de un refrigerante.
Conocer la importancia de la concentración de glicoles.
Determinar la necesidad de un paquete anticorrosivo efectivo y no peligroso.
Tener en cuenta la recomendación de la marca concesionaria.
Exigir al fabricante o proveedor que especifique la tecnología usada.
1. LAS PARTES DE UN REFRIGERANTE.
Evitar comprar malos productos, pagar excesivamente o tener daños hace indispensable que tengamos claro cuáles son las tres partes principales de un refrigrante.
La primera está dada por los compuestos químicos propiamente refrigerantes, los cuales generalmente pueden ser monoetilenglicol, dietilenglicol y propilenglicol, incluidos en la familia de los compuestos denominados glicoles. La función de los glicoles es mantener la solución del sistema en estado líquido, es decir proveen un colchón de seguridad, haciendo que la temperatura de ebullición sea más alta que cuando se tiene solamente agua pura. Los glicoles evitan que la solución se evapore y por tanto deje de arrancar calor y enfriar al motor, situación que de darse desencadenaría daños muy importantes. Estos compuestos adicionalmente disminuye el punto de congelamiento, situación importante en lugares con temperaturas muy frías.
La segunda parte constituye el paquete anticorrosivo que es el responsable de cuidar todas las superficies metálicas y no metálicas del sistema, proveyendo protección contra la corrosión y la formación de depósitos. La dificultad técnica de contar con un paquete efectivo recae en que debe tenerse varios compuestos químicos trabajando de forma sinérgica para cuidar superficies de distintos metales al mismo tiempo.
La tercera parte es el agua, la cual es desmineralizada o destilada. La presencia de minerales en el agua potable la hace totalmente inadecuada para su uso, ya que éstos serán los responsables de formación de depósitos e incluso de procesos corrosivos. Nunca se debe añadir agua potable al sistema de refrigeración, ni tampoco diluirse con ella un refrigerante concentrado, porque adicionalmente a lo explicado, dañará el paquete anticorrosivo.
Las 3 partes son las principales, sin embargo existen adicionalmente ciertos aditivos como mejoradores de lubricación, color, bactericidas, mejoradores de contacto y otros.
2. INFLUENCIA DE LA CONCENTRACIÓN DE GLICOLES.
A mayor concentración de glicoles se tendrá mayor temperatura de ebullición y por ende mayor protección. Bajas concentraciones de glicoles además de proveer baja protección, pueden transformarse en alimento para bacterias, lo cual pueden generar colonias y posteriormente depósitos, siendo imprescindible la presencia de bactericidas.
La máxima concentración recomendable de glicoles para un refrigerante listo para usar es del 50%, mayores cantidades reducen la capacidad para enfriar el motor.
La concentración ideal va a estar en función de qué tan amplio se desea el colchón de seguridad, sugiriéndose en vehículos diésel las concentraciones máximas
A continuación se presenta una tabla que relaciona la temperatura de ebullción con distintas concentraciones de glicoles:
Las concentraciones más usadas en talleres concesionarios varían entre 30% y 50% de glicoles.
3. RELEVANCIA DE UN PAQUETE ANTICORROSIVO EFECTIVO Y NO PELIGROSO.
La tecnología de los compuestos anticorrosivos ha ido evolucionando en el tiempo, habiéndose descubierto entre lo más relevante que los nitritos son cancerígenos, los fosfatos causan problemas medioambientales, los silicatos en altas concentraciones causan depósitos (daños en la bomba de agua) y otras razones que han hecho que en países desarrollados se norme el tipo de tecnología a utilizarse.
Un paquete anticorrosivo adecuado por lo tanto no debería tener nitritos, fosfatos, ni altas cantidades de silicatos. Estas materias primas son muy económicas y usadas en productos de bajo precio, pero no adecuados, pues en un futuro desencadenarán perjuicios en el auto, en la salud y en el medio ambiente. En un futuro cercano, la normativa ambiental en nuestro país restringirá su uso, estableciendo sanciones en caso de no cumplirla.
En otros países, la tecnología del paquete antocorrosivo está definida por el color del refrigerante. Lastimosamente en nuestro país no existe una norma que obligue a que el fabricante relacione la tecnología usada con el color del producto.
Entre las tecnologías más relevantes se encuentran:
Si bien pueden existir refrigerantes con bajas concentraciones de glicoles, es imprescindible la existencia de un buen paquete anticorrosivo en el producto que adquiramos. La eficiencia del paquete está en relación a la protección que se brinde y al tiempo de vida, antes del recambio.
4. RECOMENDACIONES DE LA MARCA CONCESIONARIA
Los fabricantes de vehículos conocen de sus propios sistemas y tiene una serie de tecnologías aprobadas, pudiendo sugerir carácterísticas del refrigerante en distintos mercados del mundo, bajo las condiciones existentes en ellos y constituye una guía para el escogimiento en cuanto a concentración de glicoles y tipo de paquete anticorrosivo. Así por ejemplo la sugerencia será distinta en un país con inviernos extremos en relación uno donde no hay nieve.
5. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN PROVISTA POR EL FABRICANTE O PROVEEDOR
Evitar adquisiciones de productos ineficientes, muy costosos o que causen problemas exige que el fabricante o proveedor detalle la tecnología que está comercializando independientemente sea su origen internacional o local.
La concentración de glicoles debe acompañarse de un certificado que puede incluir análisis de densidad o mucho mejor una prueba de punto de ebullición. Estas pruebas deben llevarse a cabo en equipos y metodologías certificadas ASTM y con ello los técnicos sabrán cuá es el nivel de protección en cuanto a temperatura de ebullición.
Debe exigirse el detalle de la tecnología usada en el paquete anticorrosivo, evitándose adquirir productos que contengan los compuestos antes mencionados
Es muy importante conocer si el producto adquirido y listo para usar ha sido diluido con agua destilada o desmineralizada y en el caso de adquirir productos concentrados, nunca se debe usar agua potable.
El conocimiento técnico en cuánto a concentración de glicoles, tipo de paquete anticorrosivo y su control de calidad permitirán a los tećnicos adquirir productos eficientes con costos correspondientes a su tecnología y sobre todo contar con la seguridad de proteger a los autos de sus clientes, manteniendo la reputación de su taller.
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